domingo, 17 de julio de 2016

El Fútbol y sus aledaños (194) - El Baúl de Milán Piqué



El Baúl de Milán Piqué

El lunes pasado, en uno de esos paseos matutinos que doy con mi madre por el barrio, siempre con promesa de recompensas -un helado a medio periplo a degustar en algún rincón sombreado del parque de la Calle Perón suele ser lo más socorrido-, porque sino es imposible sacar a la buena mujer de casa, al pasar por el quisco, le compre el "¡Hola!". Otro tipo de incentivo. Durante años, más bien décadas, fue su única lectura. Ni siquiera ojeaba el ABC. Ahora no tiene ánimos para leer siquiera la parte impresa de un semanario, pero se entretiene mirando las fotos de las grandes mansiones y de las vacaciones de los famosos. Lo que se dice una auténtica pija. Lo fue quizá de niña cuando vivía en Salamanca cerca de la Plaza de los Bandos. Como la pillen por banda los alegres muchachos de Distrito 14 me la revientan a patadas a la buena mujer y me la dejan sin dentadura. Tampoco les iba a costar mucho la hazaña, a sus 84 años recién cumplidos la mayoría de sus dientes no son suyos, en términos fisiológicos que no económicos. Aunque bien pensado, se les digo que es fan de Sávame quizá me la confundan con una maruja y me la indulten.

Pero, a lo que iba. Ayer por la tarde me aburría y le eché un guipe a la revista. De mozalbete la ojeaba, sobre todo en verano, para ver chicas bien en biquini. El poderío económico se traduce muy a mendudo en poderío fisico. Había un posado muy elegante de Dafne Dernández, una mujer que me encanta. También fotos de Sara Carbonero, que ha recuperado la figura casi de forma inmediata tras su segundo parto. De la chica que descubrió Justin Bierber en las redes sociales y que ha hecho famosa ipso facto al dedicarle un piropo. De Elizabeth Hurley, que seguramente ha de adscribirse ya a la categoría de las MILFs. De Carlota Casiraghi, la enésima generación monegasca que deslumbra. De Helen Swedin, la mujer de Figo. De la nueva novia de Fernando Alonso, no recuerdo el nombre, y muchas más. El ejemplar es todo glamour, colorín y desenfado. Ya en otro registro, hacía el principio, en la zona noble de la revista, entre el reportaje de la mansión en Hong Kong de una diseñadora de postín y el reportaje de la visita de Michelle Obama a Madrid con Letizia Ortiz como protagonista -sin alguna referencia a la Familia Real, por mínima y anecdótica que sea, el "¡Hola!" se vería incompleto-, hay unas cuantas fotos realmente tiernas y curiosas de Milán Piqué haciendo pucheros tras ver perder a su padre en el partido contra Italia. El gesto de la madre es idéntico al del niño. Confrontarlos es un acierto del fotógrafo. No sabemos quien copia a quien. Shakira tiene un aire tan infantil que nos hace creer por un momento que pueda ser ella la creadora del gesto, auqnue da la sensación de estar haciéndole una burla cariñosa  a su retoño. Su desamparo tras ver perder a La Roja casi nos hace perdonarla de su espantada hacia Barcelona. Esta mujer fue durante mucho tiempo una de mis debilidades, porque era algo así como el amor platónico de una novia colombiana que tuve una vez. Amaba en ambas esa dulzura tan femenina que poseen las mujeres de ese país, adherida seguramente a sus genes con el adhesivo de una infinidad de generaciones ejerciendo el arte de seducir hombres que rssuman testosterona. La mujer colombiana es puro azúcar, moreno en el caso de mi ex, aunque no carezcan de carácter. Intenten llevarle la contraria a alguna si no me creen. Atrévanse a negarle un capricho si la tienen por compañera vital. En siete años de relación que duro la mía fui incapaz de logralo una sola vez. Solía decirle a mi chica; "Por favor, no se te ocurra nunca pedirme la Luna porque me obligarás a emprender la carrera de astronauta y ya no tengo años". Gracias a Dios se volvió razonable con el tiempo, al menos hasta cierto punto. No, la mesura no casaba con ella. Tampoco el matrimonio.

"Te dejo, Madrid" (Shakira)

Oi decir a alguien, o quizá lo leí en algún suplemento dominical, que Shakira estaba enamorada de Madrid, incluso que se sentía madridista. Así que le otorgué el beneficio de la duda a pesar de su canción "Te dejo, Madrid", tan llena de aparente contradicción. En una lectura favorable al reo, la tonada parece el canto de alguien que se aleja de aquello que ama y que vilipendia mientras lo deja atrás -negar es a veces una forma de afirmar de forma más rotunda-, para poder soportar mejor el picor de su nostalgia que a veces mortifica la piel desde el primer paso de la huida. En esta ambivalencia de sentimientos me movía al escuchar esta canción, hasta que la cantante colombiana se enamoró de Piqué y nos dejó a madrileños y madridistas con un mohín de extrañeza en nuestra boca de anís. Parecióme a mí entonces aquello como una traición, y dejé de escuchar a Shakira. Aunque en honor a la verdad he de decir que tampoco hice oídos a las chanzas que le dedicaron a partir de entonces los madridistas en Twitter. Valgan las fotos de "¡Hola!" como una disculpa, y no entremos a valorar ya si el disgusto de ambos es por el padre futbolista o por la madre patria. Tampoco creo que haya que exigirsele a un niño de tan pocos años que ahonde en estas cosas. Parece en todo caso que hay voluntad en el matrimonio para que el niño se haga aficionado a la selección española.

¿Alguien le explicará a Milán cuando sea mayor quien era Raúl González? ¿Volverá a hacer pucheros cuando le narren lo de aquella vez que logró silenciar al Camp Nou siendo su padre un adolescente aficionado culé?¿Los habría hecho de haber vivido su ignominiosa salida de la Selección Española? El mundial de Corea fue el primer gran torneo de selecciones nacionales de fútbol que debió ganar España después de aquel lejano y anecdótico triunfo en la Eurocopa de 1964. Entre la alineación española estándar durante el mundial de Corea y el de Sudáfrica hay muy pocas variaciones y, si me apuras, en mi opinión al menos, a favor en todo caso de la del primero en cuanto a calidad y potencial futbolístico. La gran diferencia estriba en su capitán. En Corea lo fue Raúl González, en Sudáfrica Casillas. Cuando Luis Aragonés decidió jubilar a Raúl de la selección muchos estuvieron de acuerdo con su iniciativa. Que españa tuviera un éxito inmediato en su primer compromiso de selecciones pareció darle completamente la razón. Parte del madridismo se sumó a esta corriente de opinión y quiso que se aplicase también en el Real Madrid. Para ellos Raúl se había convertido en un lastre. Sea acuñó el término de "baulificación" para identificar el mal y sus nefastas consecuencias en el vestuario. Porque lo que se cuestionaba de Raúl no era su fútbol sino su ética. Tuvo un éxito indudable esta nueva dialéctica de teóricos de salón, de predicadores de cuarto de estar, a la hora de tratar la actualidad del Real Madrid. Raúl fue el primero en ser atacado de forma coordinada por sectores más o menos amplios de la afición, pero desde luego no fue el último. Era demadiado divertido el juego, adrenalínico, como para que no enganchara a sus participantes. La siguiente víctima fue Casillas, otro madridista emblema de la Selección Española, y creo que no es una casualidad. Porque el siguiente en la lista es Ramos, es quien heredará el brazalete de Iker. Está claro que Milan Piqué siente por la Selección Española bastante más afecto que los detractores madrisdistas de Raúl y Casillas. Raúl priorizaba la selección por encima del Real Madrid porque es lo lógico, aparte de que son ámbitos que solo entran en conflicto de forma artificial, sólo si se retuercen las posturas y se fuerzan y estiran los argumentos hasta poder tañerlos con los dedos como quien ejecuta un pizzicato. ¿Alguien puede censurarle a CR7 que adoptara riesgos durante la final de la pasada Eurocopa y que intentará continuar jugando el partido aun estando visiblemente lesionado? Sólo cuando vio que no podía correr, que era un lastre más que una ayuda para sus compañeros dio su brazo a torcer, y lo hizo haciendo pucheros, como Milan. Sentir tu país en el corazón creo que es de bien nacidos. ¿En qué cabeza cabe que sea preferible el bien de la empresa que te contrata al de tu país? Raúl lo tenía claro pero tuvo la suerte de no evidenciarlo ante los intransigentes. Incluso, su decición de renunciar a la selección pudo ser traducida como un beneficio para el Real Madrid, porque a partir ya no tuvo otro dueño. Otra cosa es que los intransigentes lo quisieran también fuera del club. Menos suerte tuvo Casillas, que además tuvo que soportar la animadversión de ese agitador de masas que es Mourinho. Al entrenador portugués le molestó que Casillas se reconciliase con Xavi Hernández vía telefónica. Al margen de otras consideraciones, esa decisión rindió como fruto que España ganase un Mundial y una segunda Eurocopa. A toro pasado y con la perspectiva de los años no parece que fuese una decisión tan desacertada y, sobre todo, tan pecaminosa.

Fue justo tras ojear el "¡Hola!" cuando vi la portada de AS de aquel día. Alfredo Relaño es un tipo muy ladino, dicho en el mejor sentido del término, como sinónimo de tipo inteligente que sabe arrimar el ascua a su sardina al tiempo que suscita el negocio, así que no es extraño que el titular de la entrevista a Raúl, que era el contenido estrella de aquel ejemplar del diario, invitara a leerla en detalle porque se atisbaba la sangre de los flancos de Florentino en las palabras entrecomilladas. Y eso es lo que hice, para comprobar que en las palabras estractadas no había intención alguna de irritar a andie, menos aun al presidente del Real Madrid. Raúl es el rey de la diplomacia. Es otra cualidad que le echan en cara los intransigentes, en cuyo manual de estilo se indica que es menester embestir a tu interlocutor antes incluso de que te de los buenos días, considerar un enemigo mientras no se demuestre lo contrario. A veces ni siquiera ser canterano permite el acceso a la emblemática -y mafiosilla- categoría de uno di noi. Dice Raúl en ese titular estractado para la portada: "En mi modelo de club hay director deportivo", y no solo parece que realiza una crítica velada al modo de gestionar de Florentino Pérez, sino que se está postulando como abanderado de alguna nueva corriente de opinión dentro del madridismo. Tampoco la crítica sería muy novedosa. Los asalariados en Twitter del Real Madrid nos dicen que aunque no se vea ningún director deportivo en el club haberlos haylos, y hay quien se deja hechizar por el embrujo de los oráculos y se bebe de un sorbo la queimada sin rechistar. En la forma de confeccionar la plantilla cada año se intuye en todo caso má la mano de un director económico que la de un director deportivo, pero cualquiera se atreve a desmentir a los enteradillos. Lo saben todo proque se lo acaba de soplar un topo con corbata. Por otro lado, parece dentro del curso natural de las cosas que Raúl intentara algún día introducirse en el organigrama directivo del club, quien sabe si incluso para presidirlo. Supongo que a Florentino no debe inquietarle en exceso este escenario porque parece una posibilidad factible en todo caso a medio o largo plazo. Ahí es donde Relaño deja segregar su veneno haciendonos creer que tal vez se trate de algo inminente. Ya digo que si tal cosa es cierta no se desprende de la lectura de la entrevista, en la que Raúl dice una cosa y también su contraria para evitar dentro de lo posible no quedar mal con nadie.

¿Y que hace Raúl viviendo en Nueva York? ¿Cómo es que no se le ha ofrecido algún puesto ya en el staff técnico del Real Madrid? Como la paranoia se contagia, y la de Relaño es especialmente contagiosa, se propaga a través del aire, ni siquiera requiere del contacto directo, cuando le leo a Raúl que se está preparando concienzudamente en los aspectos económico y de gestión financiera, me digo, "Este quiere seguir la estela de Floper. Lo mismo hasta pisarla mientras aquel la crea". Es raro que Raúl no haya tenido ya algún desempeño en el club. De los grandes nombres del pasado inmediato, aquellos que no lo han tenido han pasado a engrosar la lista de personas non gratas, esos cuyas fotografías se han convertido en diana para los dardos que se lanzan desde Twitter. Michel y Sanchis son dos buenos ejemplos. Hierro, del que siempre se dijo que había acabado muy mal con el presidente, pasó de ser muñequito del pim-pam-pam para lso francotiradores de Twitter -hay mucho veterano del golfo en las redes sociales, o mucho golfo directamente- a ser elogiado en cuanto se le nombró segundo de Ancelotti. Todos aquellos que tienen púlpito en la prensa son captados por el club. Hablo de Guti, Morientes o Álvaro benito, por ejemplo, perfectamente arropados hoy día por el aparato del estado y cuya imagen de cara a la afición ha mejorado sustancialmente tras el entente con el club, cuando no se ha tornado incluso de mala en buena en algún caso. ¿Realmente somos tan manipulables? En lo que a mí respecta al menos reconozco que sí, y tampoco veo indicios de mucha firmeza de carácter en quienes me rodean en al nube de Matrix. Muchas voces, algunas que uno mismo juzga con criterio, opinando en un mismo sentido es como una poderosa marejada que te puede llevar mar adentro o a hacer encallar en los bajíos. Me permito la osadía de darle un consejo a Raúl. Si quiere lavar completamente su imagen de cara a poder lograr ciertas aspiraciones, que su apodo caiga en desuso, que su recuerdo en la memoria de la afición retorne a ser inmaculado, como cuando aun estaba fresca en nuestra memoria la anécdota, relataba por valdano, de su siesta en el autobús del equipo el día de su debut, tal vez sería bueno que le dedicase una o dos temporadas al club, en plan voluntario de ONG, por así decir, como entrenador de la cantera, por ejemplo, o como busto parlante en alguna de las televisiones propias o afines. Puede ser mano de santo, la terapia radiológica ideal para hacer que remita ese cáncer para el Madrid que decían algunos tuitstars que representaba su figura para el club. Quien sabe, quizá incluso Casillas podría someterse a la terapia. Aunque no sé, que su mujer haya elegido Mediaset en vez de Atresmedia para intentar su programa de moda y tendencias tiene en estado de alerta mi sentido arácnido.

Oigo muy a menudo en los podcast madridistas, casi todos, por no decir que todos, de inspiración decididamente mourinhista, que los nuevos tiempos han traído un nuevo tipo de aficionado al fútbol inédito hasta ahora: aquel que es forofo sólo de un determinado jugador, cuyos triunfos antepone con mucho a los del equipo. Me parece en todo caso una figura inofensiva, que no ahonda en el fútbol sino que surfea sobre su superficie y cuyo interés por el deporte y sus practicantes suele ser pasajero. Lo que si me parece una auténtica novedad, en mi casi medio siglo de madridista, es la figura del hater acérrimo practicante del fuego amigo. Esas ganas de despellejar a los propios jugadores no las había visto nunca hasta que alunicé -y aluciné- un día en la cara oculta de Twitter. Raúl les mostró el camino a los haters profesionales, cuya verdadera obra de aliño fue Casillas, y que ahora se preparan para mayores empresas. Léase Ramos, o el propio CR7, al que le quedan dos telediarios antes de que lo baulifiquen. Yquien sabe quien podrá ser el siguiente. Cuando Milan Piqué sea ya adulto un escenario más que factible es que viva en un mundo en que el Real Madrid esté presidido por Raúl González. Si así fuera, Dios lo quiera, lo ideal sería que los apodos despectivos se los pusiera la afición barcelonista por su buen hacer, y no la madridista para desahogar sus rabias, sus ansias insatisfechas de limpias de vestuario. Tampoco estaría mal que le viéramos hacer pucheros al ver perder a su otro equipo.




No hay comentarios:

Publicar un comentario