viernes, 23 de noviembre de 2012

El Fútbol y sus aledaños (39) - Yo hice a Rocchi III






Cuando Mourinho tiene razón...
Alfredo Relaño
As - Madrid - 23/11/2012

Me gustó la conferencia de prensa de Mourinho tras la exhibición de Rocchi en el Etihad. Un ejercicio de contención y de ironía. Fueran los aires de la Isla, que le apacientan, o el recuerdo de que ante la UEFA está en libertad provisional, supo decir las cosas como pienso que es mejor decirlas. Al fin y al cabo, estas cosas del gran fútbol las ve todo el mundo por todas las televisiones, basta con ponerles un poquito de música. No hay que emborronarlas con gritos, porque en tal caso lo que queda son más los gritos que los hechos. Ahora, de lo que se trata es de que no haya 'rocchis' y que si los hay no te caigan.

Y ahí es donde tiene otro frente de lucha con el club, en el que creo que lleva razón. Quiere más presencia del Madrid ante las instituciones y aboga por la contratación de Hierro para la tarea. Hierro está bien introducido en esos círculos que el Madrid ha desdeñado en este tiempo. Pero Florentino tiene una idea más 'marketiniana': Beckham. Y Mourinho contempla eso con el mismo entusiasmo con que contempla la presencia de Zidane en la cantera. Pero Florentino sufre invencible añoranza de 'Galácticos' y un guasón me decía ayer que pronto pensará en repescar a Ronaldo como nutrólogo.

 El de los 'Galácticos' fue un gran tiempo (aunque fugaz), pero pasó. Recuperarles ahora es como hacer una colección de 'stradivarius' para fardar de ella y eso no coincide para nada con la visión castrense que tiene Mourinho del fútbol. Justamente su preocupación (y de ahí muchos de sus excesos, que tanto deploro) es cambiar unos hábitos que encontró a su llegada. En realidad le llamaron para eso. Le han hecho concesiones excesivas en algunos temas a cambio de esperar complacencia de él en otros. Y eso no es posible. Pretender negarle lo importante después de cederle en los caprichos es absurdo e inviable.

Yo hice a Rocchi III

No se los demás pero, lo que es yo, al leer el titular he saltado de la tapia como Hampty Dumpty, no se si por el estupor o el miedo, seguramente ambas cosas, y me he espachurrado irremisiblemente en el suelo. Y ahora mis dos yemas, porque yo tengo dos y no una como Humpty, andan esparcidas por las losetas de la acera. Hay cosas que parecen inamovibles, inalterables por su tozudez en repetirse constantemente, pero que el metal cambia o elimina. Y no me refiero al acero de la espada, sino a ese otro que la gente considera vil, aunque todos queramos ser su amigo. Billy Metal es quien nos paga las facturas cuando estamos a bien con él. Puede que las que se le acumulan a AS justifiquen algunas cosas que están ocurriendo. No echemos la culpa de todo a los mayas. Si Segurola utiliza la palabra robo para referirse al arbitraje de Rocchi en el Etihad Stadium. Si de repente para AS y Marca Mou es el mejor humorista del Club de la comedia y le ríen todas las gracias, la de la placa de la UEFA, la de la ducha con agua mineral al traductor de Manchester, la de la rotura de tibia y peroné de Pepe a Alves. Si de repente al Real Madrid le atracan constantemente, que ya lo sabíamos todos porque es el más insigne joyero del Fútbol, el custodio de casi todas las alhajas que recuerda nuestra memoria, pero que a la prensa simpre le habían parecido justas incautaciones, como las de Sánchez Gordillo a los economatos. Si hasta Relaño le da la razón a Mou y se marca un editorial bien guapo, que habrá escrito peinado y afeitado incluso, para fijar la efemérides en el calendario como se debe. Si todo eso ocurre, y más aun en el quiosco y las ondas radiofónicas, una de tres: O todos se han vuelto locos a la vez, de repente, y han decidido dar un golpe de timón en mitad de la tormenta, con mar gruesa, cuando hay olas tan altas que parecen EREs. O es cierto que llega el fin del mundo, que la cantidad de señales nos desborda y habrá que empezar a darse por aludido. O, al contrario que la primera opción, por fin sobrevino la cordura en todas las mentes del reino futbolero. Pero no cordura  que le llegó a San Pablo camino de Damasco, sino esa que procura la cháchara hipnótica de Metal, Bill Metal, agente con licencia para matar conciencias, al servicio de su majestad la mentira interesada.

Dice Relaño que Mou le gustó, que los aires de La Isla le apacientan. Y en eso tiene razón, en lo segundo me refiero. La expresión de la cara que mostró en la rueda de prensa del día anterior al partido con el City, plena de relajación, sin beligerencia alguna hacia quienes tenía en frente, era bien distinta a la que suele mostrar en Valdebebas y en esos campos de la Liga BBVA tras cada encuentro. Hosca en el mejor de los casos, irónica o socarrona las más de las veces. Tenia la piel de la cara tersa, que no hay mejor lifting que la vida relajada, la comisura de los labios ligeramente alzadas esbozando un arranque de sonrisa, los ojos con la mirada limpia, como un cielo en una mañana calurosa de verano. Parecía un bebé recién acabada su siesta. Dicen los que dicen saber mucho sobre Mou que al portugués le gusta la bronca, la pelea dialéctica en el barro, y a mi se me antoja tras leer lo que dice Relaño, en lo que coincido, que Mourinho solo pelea las batallas que cree necesarias. Tal vez incluso las que le proponen desde los periódicos, emisoras y las sillas que ocupan los reporteros en la sala de prensa, cuando le parecen relevantes y que vienen a cuento. Porque todos sabemos que cuando no quiere no contesta. Que es a menudo, no nos engañemos, porque la mayoría de las preguntas que le hacen no tienen que ver con la razón de su comparecencia, ni siquiera con la actualidad del día, sino con ese mundo paralelo en el que La Cruzada lleva instalada desde hace tres años. Si por ellos fuera le seguirían preguntando por Pedro León y el resto de prisioneros de Azkaban.

Se nota que Relaño no es fan de las ruedas de prensa de Mou. Lo entiendo, es una cosa muy para yihadistas. Y de la Yihad solo es quien escucha la llamada. Y en casa del señor Relaño, conocido atlético, aunque se disfrace a veces de madridista, cualquier llamada que llegue desde el madridismo pillará el teléfono descolgado. Alguien dijo el otro día en Twitter, tras acabar el encuentro contra el Athletic, que los partidos solo son el preámbulo de lo importante: Las ruedas de prensa de Mou, con sus "zas en toda la boca" a ese rebaño de fajadores rencorosos que se le sientan enfrente, melifluos de ideas pero con ínfulas de ser buenos púgiles. Al margen de la comunicación gestual, expresiones, ademanes, no hay nada en las dos ruedas de prensa de Manchester que un asiduo a las de Mou echara de más o en falta: Su predilección por centrarse en los temas que le importan al madridismo, el sonido característico al percutir sus respuestas sobre esa gran mentira en la que está instalada el Fútbol desde que lo inventaron hace 4 ó 5 años, la seguridad en si mismo que es como un faro en los momentos de zozobra. La comparecencia que tanto ha gustado al señor Relaño es solo algo mejor que algunas y ligeramente peor que otras, porque su calidad suele ser aproximadamente la misma y el disfrute dura lo que la presencia del portugués en la sala.

Dice el señor Relaño que ahora de lo que se trata es de desaparezcan los Rocchis o, si eso es imposible, que no nos toquen, porque de repente al buen periodista le preocupa el trato que se le dispense al Real Madrid en los despachos. Y lo cierto es que su premisa es harto complicada, porque ya me parece escuchar a Platini con voz grave clamar a quien quiera escucharle: "Yo hice a Rocchi III", como a Ovrebo II y a tantos otros. Y los creó para que le tocaran a esos que siempre les tocan, al Chelsea, al Madrid, a los que molestan porque no pasan por el aro. Se agradece en todo caso la intención, aunque extrañe que no la hubiera tras lo sucedido durante aquel partido en el que Iker se acabara dando de cachetes en la cara, o tras los incidentes en el los campos del Levante y el Villarreal. En la Comunidad Valenciana siempre nos brean a hostias, físicas o arbitrales, y nunca escuché ni una palabra de apoyo por parte la prensa. Más bien todo lo contrario. Habrá que concluir que el Etihad Stadium le queda de camino a La Cruzada en su periplo actual hacia Damasco.

Coincido también con el señor Relaño, y tanta concordancia empieza a preocuparme, por si no será otra señal del inminente Armaggedon, en que Hierro podría ser una buena solución para todo esto. En vez de templar gaitas como Pardeza o Butragueño, dos benditos, estoy seguro de que Fernando Hierro les habría espetado a Muñiz o a Rocchi: "Ya no sabes como jodernos", y con el mismo tono y volumen de voz con los que se lo dijo a Gracia Redondo, el primero de todos los Rocchi, quien inicio esta franquicia con tanto éxito de crítica y público tiene, por más que a mi me parezca la saga más chusca e impostada que una película del clan de los Ozores o de Pajares y Esteso. No, no veo a Beckam en esos menesteres, y bien que me extraña que Florentino Pérez si que lo vea. Creo que esta maledicencia es al tiempo recurso literario y puyita a quien en realidad interesa descabalgar. Los nuevos tiempos exigen seguir atizando a los mismos de siempre, pero sin que se ofenda la afición o encuentre motivos para la revancha tuitera o quioquera. Es lo que Bill le ha aconsejado a La Cruzada. Y si se puede convencer pues miel sobre hojuelas.

Ronaldo de nutrólogo, profesión que no tengo claro que exista, por más que Google me proponga 173 mil entradas para el vocablo, sería tan creíble como Del Bosque en el papel de redentor del colesterol ajeno. Pero, claro, elegimos bien sobre quien hacemos los chistes, que para algo estamos en la sección de los editoriales. Y el comienzo de la veda a la caza de Del Bosque coincidió con su salida de la Casa Blanca. No sabe el señor Relaño que los Stradivarius no solo tienen fama, que existen hoy día para fardar, sino que también hay una razón que explica su extraordinaria calidad. Fueron fabricados por luthiers que usaron madera de árboles que crecieron durante el momento más álgido de la Pequeña Glaciación, en torno al siglo XVI. Con mucha menor precipitación de lluvia las cosechas eran más escasas y los anillos de crecimiento de los árboles más delgados. Y esa madera más densa, de carne más prieta, confirió a los instrumentos de cuerda una sonoridad nunca hasta entonces escuchada. Y dicho esto, que lo hago solo por fardar, le acepto el símil al señor Relaño, y también la tesis de fondo del último párrafo. Sería absurdo ir en contra de los deseos de Mou cuando se le ha traído al club para adaptarlo a los tiempos, para reestructurarlo y reformarlo de arriba a abajo. Pero, ¿sabemos lo que quiere Mourinho? El señor Relaño parece ser que cree que sí. Y es que de algunos hábitos  cuesta mucho desprenderse. Y hablar por boca de Mou es uno de los más arraigados en la prensa que sufrimos todos los días. Decir para finalizar que desprovisto de mis yemas me siento casi indefenso ante estos recientes frotamientos libidinosos de la prensa con el madridismo. Más titulares así no, por favor, que me enamoro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario