domingo, 9 de enero de 2011

El fútbol y sus aledaños (16) - Los galardones deportivos como arma arrojadiza

Los galardones deportivos como arma arrojadiza


Nos encontramos de nuevo en vísperas de la concesión del Balón de Oro, máximo galardón del Planeta Fútbol. Es significativa la proliferación de premios en los últimos años, no solo por supuesto en el ámbito deportivo. Pero en este que nos ocupa y, a veces, nos preocupa tanto, la diversificación ha sido extraordinaria. Lo que sumado a la atención cada vez mayor que la prensa presta a los aspectos que puedan alimentar del debate y echar leña al fuego, supone una continua discusión sobre quien debería haber sido y quien no los candidatos o el premiado al galardón que toque en ese momento. Esta discusión, ¿como no?, se ha instalado también en la guerra ideológica que mantienen los dos grandes clubs actuales, el Real Madrid y el Barcelona, convirtiéndose en un frente de batalla más. Más aun, se ha intentado que este aspecto refuerce con ejemplos concretos la teoría maniquea del bien y el mal, según la cual el equipo catalán representa la bondad y la ética futbolística, mientras que el Madrid sería el ejemplo de la perfidia moruna. Y permítaseme esta expresión jocosa, por que es a lo que me suena a veces ese empeño en acuñar frases del tipo: “El Madrid compra balones de Oro y el Barcelona los crea”, que fue ideada curiosamente el año en que reinó Ronaldinho, o que “Mourinho es un mal ejemplo para los niños y los jóvenes, cuando el Barcelona B lo dirige un maleducado.

Hace poco menos de un año, con la campaña de los 6 títulos tan cerca, tan recientemente cocinada que aun humeaba, se debatió largo y tendido sobre quien merecía el Balón de Oro. Descartado CR7, el entonces poseedor del premio, por ser claramente un candidato con más méritos Leonel Messi, las alternativas al argentino se buscaron sobre todo entre los miembros de su propio equipo. A su vez había un claro interés en el bando azulgrana por que Messi resultara ganador. El principal debate de la temporada había sido dilucidar quien de los dos principales cracks mundiales era el supremo hacedor de fútbol, no solo en el momento, de forma coyuntural, sino quien de los dos estaba más cerca de la perfección futbolística. En este orden de cosas no les cabía más remedio a los ideólogos del barcelonismo que apoyar a Messi. Quedaban totalmente descartados Iniesta y Xavi, a pesar de haber cuajado ambos el mejor año de sus respectivas carreras, no superado por el que se nos fue con las campanadas y uvas dirigidas por Sara Carbonero y sus compañeras. Fue curioso comprobar como mucha gente del bando madridista renunció a apoyar a CR7, creo que con buena lógica, y se agarró a la teoría de que el excelente año de Iniesta merecía un reconocimiento. Y argumentos no faltaban. El gol al Chelsea supuso probablemente el mayor "subidón" de adrenalina para los aficionados al fútbol entonces. No obstante, a pesar de no ser una propuesta descabellada en absoluto, fue tildada como ventajista y rastrera por el bando contrario. Y es posible que algunos madridistas tratasen de buscar una alternativa más fiable que el propio CR7 para tratar de evitar el encumbramiento de Messi pero, como siempre, se hizo mano de las generalizaciones, y aquel que se postuló por el jugador manchego fue criticado agriamente. Siro López hubo de soportar muchas descalificaciones por postularse en el programa Punto Pelota por el jugador manchego. En su elección muchos barcelonistas veían indicios de perfidia moruna, que para ellos se extiende a todo el universo madridista: directivos, técnicos, jugadores, aficionados y simpatizantes, periodistas y meros transeúntes por el entorno de Concha Espina.

Este año el cielo parece despejado para los seguidores barcelonistas. Ni una sola nube en el firmamento. En todo caso cúmulos que indican estabilidad en las alturas, que es donde se han instalado por iniciativa propia, desoyendo sus propias advertencias acerca de los males que acarrea la prepotencia desatada. Desestimadas las opciones de Snejder e Iker Casillas, el primero supongo que por la falta de glamour y el segundo por que los porteros no “venden”, queda una terna compuesta exclusivamente por jugadores blau-granas. Mire usted que bien, así este año tendremos paz y se podrá opinar sin exponerse a sobresaltos. Que más quisiéramos. Este año los intereses son otros. Básicamente los contrarios. Ahora lo sospechoso es postularse por Messi, que era lo correcto el año pasado. Y es que el debate futbolístico de la presente temporada ya no se centra en quien es mejor, que ha quedado más o menos claro, para mi desde luego, sino en aquello de los estilos, que no se refiere a las prendas deportivas que lucen los jugadores durante los partidos, sino a cuestiones más deletéreas, a comportamientos, idiarios y credos futbolísticos. Y dentro de este debate uno de los puntos principales es la calidad y el uso de las canteras. ¿A que me ven venir?

No, ya no es el bien y el mal lo que se trata de hacer ver que diferencia a unos y a otras. Ver a Guardiola vacilando a CR7 en la tarde de la manita de cerdo, ha sido una cachetada en la conciencia del ejército de monaguillos que aspiraban a ayudar en misa durante los oficios de la Iglesia Barcelonista. Se asume, aunque no se reconozca, que a lo mejor ni los buenos no son tan buenos ni los malos tan malos como predica el Sport desde su púlpito. Ahora nos ocupan más las estrategias a largo plazo, la intendencia, la logística, aspectos totalmente independientes de cuales puedan ser los resultados de los análisis de orina que se pudieran hacer a cualquiera de los implicados. No voy a quejarme, es una mejora, pero que se presta igualmente a la ciencia infusa y a los méritos contraidos por generación espontánea. Se dice a veces que el actual orden de cosas bebe en las fuentes de Cruyffismo, pero no en las del Nuñismo y Garparismo. Tal vez por que el amigo Garpar perdia los papeles con cierta frecuencia a pesar de ser un buen tipo, según dicen. Para poder estar en misa hay que comportarse como Dios manda. No es que Cruyff sea el paradigma de los buenos modos y las palabras amables, pero tampoco podemos renunciar todo. Además, el holandés es básicamente antipático, no tanto maleducado. Justo lo contrario de Mourinho, mire usted por donde.

La clave este año en el debate es esta: Messi ya tiene su Balón de Oro, darle otro sería una redundancia, con o sin perdón. Quien es mejor jugador del mundo actualmente es una discusión, sino cerrado, muy cercana a su desenlace, aunque algunos amigos míos traten de dejar un resquicio por el que poder colarse si hay un cambio de tendencia. Por eso el candidato de la afición barcelonista es este año Xavi, de quien se dice que tiene auténtico ADN del Fútbol Club Barcelona, siendo el de los otros dos probablemente injertado. Urge demostrar otras cosas. El claro favoritismo hacia Iniesta de quienes conceden el galardón, según se rumorea en los periódicos, que últimamente ejercen más de cotillas que de notarios de la actualidad, es bien venido no obstante en la trinchera barcelonista. ¿Cómo explicamos esto?¿Por que cualquiera antes que Messi si todos tenemos claro que es el mejor y de eso es lo que trata de premiar el galardón? Ahí va una posible respuesta. Dentro de unos años se verá la lista de premiados y aparecerán en dos años consecutivos dos jugadores de la Massia, y no solo se podrán decir que fueron los mejores, sino que además lo fueron con lo propio. Cualquiera de los dos antes que Messi. Y mejor que mejor si es Xavi, que no solo es producto de la factoría blau-grana sino que tiene el ADN como Dios manda.

Los que están a favor del catalán cargan las tintas en lo merecido que tiene un reconocimiento al global de su carrera. Pero es que para eso habría que crear un premio ad hoc, que agradeciese a jugadores retirados o a punto de estarlo su labor en el mundo del fútbol. Y si tal se hiciera Xavi no tendría más remedio que ponerse a la cola y esperar a que le concediesen primero a Maldini, Zidane, del Piero, y que se yo cuantos otros más. Los que están a favor del manchego introducen factores extradeportivos: su humanidad, humildad y lo bien decorada que está su casa. Está también, sobre todo, el gol de la final del Mundial de Sudáfrica pesando sobre su platillo de la balanza, y haciéndolo con fuerza.

Si nos centramos en los merecimientos reales contraídos durante el año, cosa que rara vez se hace, queda claro quien debería ser el premiado. Messi, por supuesto. ¿Quién si no? Fue el jugador que rescató al Barcelona en el tramo final de la Liga pasada, cuando la gasolina parecía agotarse. Alternó partidos en que fue el salvador con otros en los que estuvo estratosférico. ¿Ya no nos acordamos de sus actuaciones prodigiosas en partidos como ante el Arsenal? Pues parece que no. Y si el año pasado se celebraban por que remachaban la disputa acerca de quien era el mejor, desde el principio de la presente temporada se obvian por que lo que se quiere demostrar es otra cosa. El año de Iniesta es para olvidar, salvo el destello final del torneo de Sudáfrica. Lesionado la mayor parte de la pasada temporada, su aportación al conjunto barcelonista quedó muy por detrás de muchos de sus compañeros, no solo le la de los nominados. Vale que un gol decisivo pesa mucho, sino que se lo digan a Zidane, ¿pero tanto? En el propio mundial jugó solo parte de los encuentros, y solo en momentos puntuales de los mismos brilló realmente con luz propia. En realidad la selección hizo un mediocre torneo, mostrándose muy inferior en la calidad del juego exhibido respecto al Europeo de Selecciones de hace dos años, donde hasta es posible que los rivales fueran más fuertes. España ganó el mundial por que era la mejor selección, y no diré la menos mala por que no me gusta hablar en negativo sino es imprescindible. Selecciones clásicas como Brasil, Argentina, Francia, Inglaterra e Italia se auto-descartaron. Se ganó con sufrimiento a equipos pequeños, y ante los grandes se triunfó por que ahora la inercia de las cosas está en que ganemos nosotros, lo mismo que antaño lo era que lo hicieran alemanes o italianos. Ser mejor no significa hacerlo mejor siempre. Pero es que ni siquiera Iniesta y Xavi serían los jugadores más destacados durante el mundial.

Al compungido seguidor madridista, al margen de clamar por que jueguen los canteranos, por que la propaganda de los ideólogos del bando contrario le está haciendo mella, no le queda otra que apuntarse al argumentos derivados del Mundial de Selecciones, tratando de silenciar el fracaso de su equipo, por que, con los matices que se quiera, ese es el balance global que puede efectuarse de la temporada pasada. Así, la opción de Iniesta es bien acogida por que le permite esgrimir argumentos de selecciones y olvidar los de clubs. En todo caso, cualquiera antes que Xavi, que en principio parece una opción equivalente por que es el paradigma de la nueva prepotencia, de los nuevos ricos. Por eso, desde mi trinchera se alaba tanto la supuesta humildad de Iniesta, que para mi es más timidez que otra cosa, y se obvian sus meteduras de pata. Pocas, desde luego, pero es que son pocas también las veces que hace declaraciones. ¿Se acuerdan de aquel chascarrillo tan celebrado por la prensa barcelonesa acerca de lo aburrido que era ver jugar al Real Madrid? Parece ser que nadie lo hace. ¿Se acuerdan de aquel gesto de soberbia en el Camp Nou ante CR7 caído en el campo? Creo que tampoco. Tampoco se trata de demonizarle, por que su comportamiento suele ser muy correcto y educado. Y suele tener detalles bonitos, como el del homenaje a su amigo Jarque. Pero es que no se trata en todo caso de premiar a aquel que mejor nos cae y mejor se porta cuando se le saca de casa, al que muestra una cara más amable a la gente de la prensa. Para eso están los premios Naranja y Limón. Vamos, que si es necesario doy mi brazo a torcer y concedo que Iniesta es la persona mejor educada y más bondadosa que he conocido jamás. Pero es que si se tratase de eso Hugo Sánchez jamás hubiera sido Pichichi en la Liga, ni Stoichkov estaría instalado en el Olimpo Blau-grana. Centremos el debate en lo futbolístico si es posible y obviemos quien sorbe la sopa o no se limpia los zapatos en el felpudo cuando va a casa ajena de visita a la hora de hablar de merecimientos y cualidades.

Aceptado el argumento de su irregular desempeño en su club durante la temporada, durante la cual estuvo más tiempo lesionado o renqueante que disponible y a pleno rendimiento para Guardiola, el principal argumento a favor de Iniesta es su aportación al título de la Selección Española, el más deseado y el más increíble, sobre todo para quienes llevamos más tiempo viendo fútbol y tenemos frescas en la retina a pesar de los años las sucesivas eliminaciones de equipos que iban a por todo. Pero eso, siendo mucho, no es suficiente. Si fuera por eso la terna de candidatos debería ser otra. Snejder, por ejemplo, por no utilizar argumentos que parecerían sospechosos por proceder de mi, como exponer que cualquiera de los tres madridistas habituales en las alineaciones de la selección hicieron mejor mundial que Iniesta.

En resumen, desentrañenme ustedes esta paradoja: Si el año pasado el candidato número 1 era Messi, en detrimento de otras opciones como Iniesta y Xavi, ¿cómo se explica que un año después habiendo mejorado las prestaciones del argentino y empeorado las de los otros dos actuales candidatos se trate de hacernos creer que el catalán y el manchego reúnen más merecimientos? Vale, agárrense al clavo ardiendo del mundial. Pero no demasiado por que entonces otros candidatos se nos cuelan por culpa de este razonamiento.

Y no crean, a mi me parece lícito todo este debate, y reconozco que en buena medida me divierte. Siempre y cuando el aficionado pueda mantener dentro de lo razonable la perspectiva. Hace pocos años se decía que mientras el Madrid compraba Balones de Oro el Barcelona los fabricaba, y no obstante pujo por hacerse con los servicios de quien ahora por lo visto, Sport dixit, más odia: CR7. También se dijo que el Madrid compraba canteranos mientras que el Barcelona los educaba. Un simple vistazo a las mayores promesas de ahora mismo de La Massia bastará para comprobar que el ADN es cada vez en mayor medida injertado. Lo se, si no discutiéramos de estas pamplinas nos aburriríamos mucho. Por que a veces el asunto pasa de lo jocoso a lo desternillante. Vayamos al asunto del mejor entrenador de la temporada. Ay, que me da la risa.

Que flaca es la memoria. ¿Quién era el enemigo público del barcelonismo el verano pasado? No se lo van a creer: del Bosque, que había sido colocado a dedo en el puesto de seccionador por la mafia madridista de la FEF para aprovechar la estela de Luis Aragonés. Se trataba de buscar un entrenador sin demasiadas ideas propias que no desbaratara lo que se había logrado. Para los barcelonbistas durante el mundial y las fechas previas sus pecados fueron innumerables:

1.- Hacer amago de no querer incluir entre la lista a Valdés y después no darle la titularidad, que una vez conseguido el logro de que viajase a África nos volvimos hasta ambiciosos.

2.- Emperrarse en incluir en el equipo titular a Xabi Alonso, para mí el mejor jugador del mundial. Y vale que será que no se de fútbol, pero es lo que les ocurre a casi todos los que opinan. Había interés en dar su puesto a Cesc, otro jugador con el ADN impoluto, que ya se afirmaba que era virtual jugador barcelonista. Este otoño en la lista de jugadores cedidos por el Barcelona a la Selección la temporada pasada se incluye a Villa. Si el fichaje de Cesc hubiera llegado a buen puerto los cedidos con carácter retroactivo habrían sido dos.

3.- No darle todo el protagonismo que merecía a Pedro. No solo se trataba de tener un equipo compuesto exclusivamente por jugadores del Barcelona, sino de asegurarse esta situación en el futuro.

4.- Copiar el estilo del Barcelona. Según esto del bosque sería un enchufado llamado a aprovechar la labor de otros, el ya referido Aragonés y Guardiola. Este es un pecado supuesto, por que los estilos de ambos equipos se parecen más bien poco. Para empezar, Messi no juega en la Selección Española, y la participación o no de este jugador en un equipo lo cambia todo.

Después de un verano en el que se clamó con insistencia por incluir en el equipo titular al mayor número posible de jugadores barcelonistas, se le echó en cara a del Bosque el haber abusado de ellos. La lesión de Xavi fue el mejor ejemplo. Se le acusó entonces de que no había protegido al jugador de una forma eficiente, que lo había dejado expuesto a los caprichos de la FEF, donde ya se sabe que manda la mafia madridista, el “Hierrarato”. Hasta el padre del jugador salió a la palestra para afear la conducta de unos y otro. Pues con todo esto, pásmense, ahora el favorito para el premio al mejor entrenador es el salmantino. Ay, pero es que es fácil de explicar, basta con fijarse en quien es el otro candidato. Aquí no se trata de a quien se admira más sino de quien se odia menos, usando la terminología del Sport, que tanto nos informa a los madridista acerca de la forma de pensar del aficionado azul-grana con auténtico ADN. Que así debe de ser, por que mientras el AS y el Marca son continuamente desmentidos en sus afirmaciones por el aficionado madridista, son bien escasas las voces de protesta que hoy en el bando contrario acerca del modo de exponer las noticias en el Sport y el Mundo Deportivo. Nadie quiere ver de nuevo a Mourinho cantando bajo los aspersores. Que le den el premio a del Bosque y no se hable más.

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